Si solo fuera nicotina...
Los miles de ingredientes de un simple cigarrillo. Nunca un
pequeño cilindro ha abarcado tanto: azúcares, arsénico, disolvente...
Las mejores esencias se venden en
frascos pequeños. Puede ser. Pero también los más potentes venenos. Un pequeño
cilindro con tabaco (un cigarrillo) contiene ingredientes que originan hasta 7.000 productos diferentes, de los cuales 69 son
probadamente carcinógenos (que provocan cáncer). De hecho, aproximadamente el
85% de los tumores de pulmón se deben al tabaco. Pero sus efectos no
quedan ahí.
Coja aire: además de ser el
principal responsable de la enfermedad mencionada, consumirlo aumenta la
probabilidad de desarrollar cáncer de boca, laringe y esófago, incluso de otros
órganos aparentemente alejados del humo fatal, como estómago, hígado, vejiga,
mama o colon. Y no se relaciona solo con el cáncer. Según la OMS, también
provoca patologías cardiovasculares como anginas, infartos de miocardio y cerebrales,
al promover la aterosclerosis (depósito de sustancias lipídicas en las
arterias), la diabetes y subir la tensión arterial; claro está, también aumenta
las alteraciones pulmonares al facilitar las infecciones, empeorar el asma e
irritar y destruir los alveolos, las finas paredes donde se capta el oxígeno,
lo que acaba dando lugar a una insuficiencia respiratoria que se conoce como
efisema. Como prosigue la OMS, fumar es la principal causa de muerte evitable
en el planeta (Vuelva a coger aire).
En general, sus componentes se
dividen en tres: nicotina, alquitrán y monóxido de carbono, justamente los tres
ingredientes sobre los que las empresas tabacaleras deben informar. Sin
embargo, el alquitrán es en realidad un cajón de sastre, que puede
englobar distintos compuestos de muy diversa toxicidad, por lo que su cantidad
total no sirve como
medida de control. Y en las regulaciones no se incluyen los
aditivos, las sustancias que se agregan al tabaco natural y de las que más de
100 han mostrado efectos farmacológicos, en general poco deseables. “Es uno de
los pocos productos de consumo para los que no hace falta una lista completa de
sus ingredientes”, afirma Esteve Fernández, director de la Unidad de Control de
Tabaquismo en elInstituto
Catalán de Oncología y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología.
A grandes rasgos, estos son los componentes de un
cigarrillo:
Nicotina
La nicotina es una molécula muy
parecida a la acetilcolina, uno de los principales neurotransmisores naturales,
y es el gran responsable de que el tabaco genere adicción. Desde que llega a
los pulmones, tarda solo siete segundos en alcanzar el cerebro, y una vez allí
estimula las áreas de recompensa, de forma parecida a como otras drogas hacen.
Pero esa no es su única acción: también aumenta la frecuencia cardíaca y la
tensión arterial, provoca resistencia a la insulina (favorece la diabetes) y se
cree que aumenta la agregación de las plaquetas (lo contrario a una aspirina),
según la American College of Cardiology Foundation. Conclusión:
incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Monóxido de carbono
El tabaco es una fuente
relativamente importante de este gas, cuyo origen está en la combustión
incompleta de una gran cantidad de sustancias y que es, por ejemplo, el
responsable de las muertes por asfixia en algunas casas con braseros o en
garajes mal ventilados. Su particularidad es que se une con extraordinaria
fuerza a la hemoglobina, con una avidez hasta 200 veces mayor a como lo hace el
oxígeno. Los glóbulos rojos que lo recojan, y cuya vida es de unos tres meses,
pasarán el resto de sus días paseando monóxido de carbono, inservible para la
respiración. Eso no solo crea un déficit de oxígeno, también aumenta el número
de glóbulos rojos para compensarlo (lo que da lugar a una sangre más viscosa).
Además, daña directamente las membranas de las células y favorece que el
colesterol se deposite en los vasos sanguíneos. Para Fernández, “su importancia
se ha minusvalorado a lo largo de los años”.
Alquitrán
Es el cajón de sastre de los
cigarrillos. En general se refiere a todas las partículas que quedan en
determinados filtros tras extraer la nicotina y el agua: es la masa oscura y
pegadiza que se deposita en los pulmones, y la que contiene gran parte de los
carcinógenos. Según Esteve Fernández, entre ellos destacan los hidrocarburos
policíclicos aromáticos (presentes también en el petróleo), nitrosaminas y
benzopirenos. Además, existen una gran cantidad de partículas finas (de tamaño
inferior a 2,5 micras), como las que se producen en los motores de los coches,
y que penetran con gran profundidad en los pulmones, absorbiéndose y dando
lugar a diversos (y nefastos) efectos secundarios (respiratorios y
cardiovasculares, en especial).
Otras sustancias perjudiciales
Tolueno: Es un hidrocarburo que
existe de forma natural en el petróleo. Se usa como aditivo en la gasolina y
como disolvente. En el cuerpo actúa como irritante y es tóxico para el sistema
nervioso central. Es un posible carcinógeno.
Aldehídos como el formaldehído o el
acetaldehído: los aldehídos son compuestos orgánicos presentes en algunos
productos naturales pero utilizados también para la fabricación de plásticos y
pinturas. Elformaldehído ha sido considerado por la Agencia
Internacional de Investigación en Cáncer como un carcinógeno dentro del grupo 1
(los de mayor evidencia). El acetaldehído se produce de forma natural durante
la combustión del tabaco, pero aumenta con el añadido de azúcares, y contribuye
a incrementar la adicción a la nicotina.
Acrilamida: es un compuesto orgánico
tóxico para el sistema nervioso central y clasificado como probable carcinógeno
(dentro del grupo 2A).
Metales como arsénico o cadmio, isopreno:
el arsénico se ha relacionado con mayor riesgo de diabetes,
enfermedades cardiovasculares y neurotoxicidad. Es un carcinógeno del
grupo 1. Elcadmio se usa en la fabricación de baterías, y se ha
relacionado con enfermedades pulmonares, cardiovasculares y renales. Es uncarcinógeno del
grupo 1.
Ppolonio-210: es un elemento
radiactivo cuya existencia en el tabaco se conoce desde los años 60. Es un
potente carcinogéno (y, a dosis mucho más altas, la sustancia usada en el envenenamiento del espía ruso Alexander Litvinenko).
Aditivos
Amoniaco: añadido, en principio,
para mejorar la consistencia y el sabor del tabaco. Sin embargo, también
aumenta su pH, lo que en teoría (hay estudios que
niegan que las dosis sean suficientes) posibilita que la nicotina se absorba en
más cantidad y aumente su poder de adicción.
Azúcares, edulcorantes y mentol:
Según Fernández, estos componentes se añadieron “para atraer el consumo de los
jóvenes y de las mujeres, al mejorar y suavizar el sabor”. El problema es que
los azúcares, al quemarse con el tabaco, producen acetaldehído, que no es solo
carcinogénico, sino que a dosis suficientes puede aumentar la adicción
provocada por la nicotina. El mentol, por su parte, permite disminuir la tos y
la irritación, lo que lleva a minusvalorar el riesgo. Por ello ha sido
prohibido por la reciente directiva europea sobre productos del tabaco. “Aunque
con una moratoria de cuatro años”, comenta Fernández.
Otros productos de la lista:
derivados de la lactona, que entorpecen el metabolismo de la nicotina y
aumentan su tiempo de acción; derivados del regaliz y del cacao,
broncodilatadores que pueden aumentar la absorción en los pulmones; incluso
sustancias como el propilenglicol, que demostraron alterar (y favorecer) el
patrón de respuesta cerebral al tabaco.
Eso sí, para la mayoría de los
efectos de este último apartado, las autoridades europeas muestran reservas: aunque todos ellos
son factibles, mantienen dudas sobre si los aditivos se encuentran en
cantidades suficientes. Por cierto, algunas compañías también introdujeron
compuestos como precursores de la vitamina A, en un intento por disminuir el
poder cancerígeno del tabaco. Pero parece claro que
fracasaron.
Así pues, plantearnos qué es
exactamente un cigarrillo, nos transporta a la tragedia de Shakespeare.
Condenados a no poder estar juntos por sus apellidos, Julieta pregunta: “¿Qué
hay en un nombre, Romeo?” “Demasiadas cosas”, pudo haber dicho él.
Crean una impresora 3D casi tan rápida como las de
tinta y papel
La impresión no se hace capa a capa sino de forma continua y
es hasta 100 veces más rápida que las tecnologías actuales
La revolución de las
impresoras 3D estaba siendo demasiado lenta. Para crear una
simple figurita se necesitan horas y hasta días si es algo más grande. Sin
embargo, un nuevo método que combina resinas líquidas, luz ultravioleta y
oxígeno consigue obtener objetos 100 veces más rápido. Es el gran paso que le
faltaba a la democratización de la fabricación en masa y su promesa del háztelo
tu mismo.
La impresión 3D es muy parecida a la
pastelería. Los pasteleros crean capa a capa la tarta, que toma consistencia
una vez que se enfría. Con las impresoras 3D hay dos grandes tecnologías para
hacer las tartas. En una, el modelado por deposición fundida (FDM, por sus
siglas en inglés), la impresora calienta el rollo de material y con una especie
de manga pastelera crea el objeto. Un chorro de aire enfría el filamento para
que solidifique. La estereolitografía, sin embargo, usa resinas líquidas que,
al ser expuestas a la luz ultravioleta, se solidifican como si fuera una
plancha de caramelizar. La FDM es más sencilla y asequible, pero muy lenta y
con peor resolución. La estereolitografía ofrece mejores resultados, pero la
operación con las resinas es muy compleja.
"La fabricación por adición
tiene el potencial de transformar la complejidad con la que se fabrican objetos
funcionales, pero la impresión 3D convencional los fabrica usando un enfoque
por etapas, capa a capa, que lleva mucho tiempo", dice el químico de la
Universidad de Carolina del Norte (EE UU) y creador de la nueva impresora CLIP, Joseph
DeSimone. Para este experto en ciencia de polímeros, existe una gran
distancia entre la velocidad en el diseño industrial o prototipado
rápido y la velocidad en la fabricación que obstaculizan "la
capacidad de la impresión 3D de ir más allá de las fases de diseño y
realización de prototipos de un producto".
La estereolitografía usa resinas líquidas sensibles a la
luz ultravioleta, que las solidifica
Lo que ha conseguido DeSimone y su
equipo ha sido simplificar la estereolitografía, acelerando la velocidad de
impresión y sin, por ello, afectar a la calidad de los objetos impresos. Su
impresora CLIP (Interfaz de Producción Líquida Continua, por sus siglas en
inglés), les permite controlar el proceso por el que las moléculas de la resina
líquida se solidifican creando estructuras complejas en un proceso llamadopolimerización.
Tal y como explican en la revista Science, donde su creación ocupa la portada
de esta semana, en vez de usar un sistema mecánico, los creadores de CLIP
juegan con el láser ultravioleta que inicia la reacción química de
solidificación y el oxígeno, que la detiene. Su gran aportación es una especie
de cristal que, como unas lentillas, les permite ajustar el paso de la luz y
del oxígeno. De esta manera, consiguen una impresión continua que da a los
objetos un acabado perfecto en su forma y sin fracturas en el interior.
Pero lo mejor de CLIP es su
velocidad de impresión. Hasta ahora, la impresión vertical podía imprimir unos
cuantos milímetros a la hora. Aunque las capas de material superpuesto tienen
un grosor de entre 50 y 100 micras (una micra es la millonésima parte de un
metro), había que imprimir cada capa, dejar que solidificara y volver a por
otra capa. La nueva impresora eleva el objeto del recipiente con la resina a un
ritmo de 500 milímetros a la hora, es decir, hasta 100 veces más rápido.
La impresora CLIP consigue prótesis dentales con la calidad
y resistencia de las de la industria. / CARBON3D,
INC
Durante la presentación de CLIP en
las charlas TED, DeSimone mostró algunos ejemplos de lo que puede
hacer su impresora en unos minutos. Desde una Torre Eiffel de recuerdo, hasta
micro agujas para la administración de medicamentos, pasando por prótesis
dentales ostent coronarios, una especie de endoprótesis para el
corazón.
"Si la impresión 3D quería
salir del nicho de los prototipos en el que ha estado atrapada durante décadas,
teníamos que encontrar un tecnología disruptiva que afrontara el problema desde
una nueva perspectiva y abordara las debilidades fundamentales de las
impresoras 3D", comenta Jim Goetz, uno de los socios de Sequoia, una
compañía de inversión que pone su dinero en las tecnologías más rompedoras y
prometedoras. "Cuando conocimos a Joe [por Joseph DeSimone] y vimos lo que
su equipo había inventado, tuvimos claro al instante que la que la impresión 3D
ya nunca sería la misma".
"Cuando vimos lo que habían
inventado, tuvimos claro que la que la impresión 3D ya nunca sería la
misma", dice un inversor
CLIP ha demostrado su valía
imprimiendo plásticos, cerámicas y materiales orgánicos, pero debería funcionar
bien con todo material basado en polímeros. Para comercializar su tecnología,
DeSimone y parte de su equipo investigador han creado, junto a inversores como
Goetz la empresaCarbon3D.
"Es un gran comienzo, la
revolución está ahí", opina el director de investigación de BQ, Juan
González. Esta es una de las pocas empresas españolas que fabrica impresoras 3D
del tipo FDM y que está investigando con las de resinas. "El tiempo puede
dar igual en el uso doméstico, pero en la empresa es un factor clave",
añade. Pero no se trata solo de que se reduzca el tiempo de impresión, sino que
el acabado en un proceso continuo como el de CLIP es muy superior.
La inyección por molde que se usa en
la producción industrial aún tiene años de vida, pero con avances como este,
González cree que está más cerca "el objetivo de conseguir la producción
masiva del molde pero con la capacidad de personalizarla de la impresión
3D".
2.000 años de historia de
Sudamérica escritos en el hielo
El análisis de partículas en un glaciar muestra el auge y
caída de las ciudades preincaicas, el Imperio inca, el periodo colonial español
y la llegada de la gasolina con plomo
Buena parte de la historia de
América del Sur está escrita en el hielo. El análisis de un glaciar milenario
del altiplano boliviano muestra una correlación entre la presencia de plomo en
el agua helada y el auge y caída de las civilizaciones preincaicas, del propio
Imperio inca y la llegada de los españoles. Este material da pistas de la
fiebre de la plata que afectó a todos esos pueblos.
Situado a casi 6.500 metros de
altura, el Nevado Illimani, cercano a La Paz, domina todo el altiplano boliviano.
A esa altura, recibe precipitaciones tanto de aguas procedentes del lejano
Atlántico como del Pacífico. Aguas que, en su camino, capturan el polvo en
suspensión de las zonas que atraviesan. En 1999, una expedición científica
francosuiza extrajo dos tubos de casi 139 metros del hielo acumulado en el
glaciar durante milenios. Cortado en segmentos de unos 70 centímetros, cada
bloque es como una porción congelada del tiempo.
Ahora, un equipo también helvético
ha analizado la presencia de distintas partículas en uno de los tubos. Usando
la técnica llamada de espectrometría de masas, pudieron medir con
gran exactitud la presencia relativa de elementos químicos, detectando incluso
las distintas variaciones (isótopos) de un mismo elemento. Su objetivo
principal era el plomo. Este material altamente tóxico es un metal pesado que
se encuentra en bajas cantidades en el aire en suspensión. Y si aparece en
mayor proporción es que está la mano del hombre detrás.
"Las muestras de hielo son
grandes archivos para estudiar la historia del clima, las emisiones de gases de
efecto invernadero, incendios forestales, erupciones volcánicas y la emisión de
un sinfín de contaminantes del aire", dice la investigadora del Instituto
Paul Scherrer y coautora del estudio Anja Eichler. Con la
técnica usada podían además diferenciar entre el plomo de origen natural
presente en el polvo atmosférico y el antropogénico y, dentro de este, el
provocado por la metalurgia de la plata o el procedente de la combustión de los
motores a gasolina.
Los
científicos usaron un espectrómetro de masas para medir la presencia de plomo
en el hielo
Partiendo de un nivel reducido y más
o menos estable de plomo en el hielo de hace 2.000 años, los climatólogos se
metieron a historiadores. Vieron que a lo largo de la historia, se han
producido tres grandes picos de acumulación de este metal. Así, comprobaron
como, alrededor del año 450, aparecían los primeros registros de origen
antropogénico de plomo y la proporción se mantenía elevada durante unos 500
años, hasta el 950.
Durante ese lapso se produjo la aparición
y auge de dos civilizaciones preincaicas. Por un lado, en el altiplano
boliviano se desarrolló la civilización liderada por la ciudad de Tiahuanaco, a
unos 100 kilómetros del glaciar Illimani. Más al este, en la parte occidental
de lo que hoy es Perú, apareció la ciudad de Huari, a unos 700 kilómetros del
Nevado. A pesar de la distancia, el paso de ambas civilizaciones por la
historia quedó en el hielo.
Como los imperios posteriores, estos
pueblos deseaban la plata. Extraída de las minas en forma de mineral combinado
con otros metales, como el plomo o el cobre, los tiahuanaco lo fundían y
dejaban oxidar en un proceso llamado copelación. La mayor parte del plomo se
evaporaba, dejando la plata aislada. Es ese plomo el que aparece atrapado en el
hielo.
El hielo se obtuvo del Nevado Illimani, un glaciar situado a
6438 metros de altura, que domina el altiplano boliviano. / PATRICK GINOT
Sin embargo, tal y como publican en
la revista Science Advance, los niveles de este metal
vuelven a reducirse a mediados del siglo X, fecha en el que tanto la cultura
tiahuanaco como la huari empiezan a languidecer. Los historiadores han
postulado varias teorías sobre la caída de estas civilizaciones preincaicas.
Que si un enfrentamiento entre ellas, que si revueltas en el interior, una
larga sequía... o una combinación de ambas.
"Hemos encontrado una polución
por plomo antropogénico provocado por la metalurgia de la plata durante el
periodo tiahuanaco. La caída de los niveles de plomo después de esa fecha tiene
conexión con la fuerte subida de las concentraciones de polvo, de cerio por
ejemplo. Estas concentraciones de polvo entre 1000 y 1400 son las mayores del
registro de los últimos 2.000 años, lo que indica que fue una época muy
seca", explica Eichler. Así que el hielo confirmaría la idea de que una
sequía de siglos pudo influir en el destino de Tiahuanaco y Huari.
Incas, españoles y el Cerro Rico de Potosí
Hubo que esperar al Imperio Inca
para que los niveles de plomo en el hielo de Illimani volvieran a subir. Los
incas usaban un sistema de hornos (huayra) para fundir el mineral aprovechando
el viento del altiplano para facilitar la fundición. Con la llegada de los
españoles, las cosas no cambiaron en un principio. Ni siquiera cuando los
conquistadores descubrieron el Cerro Rico de Potosí, la que sería la mayor mina
de plata del mundo. Los europeos, además de usar a los americanos para explotar
la mina, copiaron el sistema de huayras.
Sin embargo, a partir de 1570, los
niveles de plomo en el hielo volvieron a descender hasta niveles casi
naturales. ¿Qué pasó? Pues que los españoles empezaron a usar mercurio para
separar la plata del resto de metales y este es un proceso en frío, por lo que
la emisión de plomo a la atmósfera se redujo al mínimo. En el Potosí se
llegaron a usar 45.000 toneladas de mercurio. Solo el aumento del precio de
este material o la apertura de otras minas en la zona explicarían algunos picos
puntuales de acumulación de plomo en los siguientes siglos.
Desde los años 60 del siglo pasado el
plomo de la gasolina domina al de origen metalúrgico
Es a finales del siglo XIX cuando el
hielo vuelve a llenarse de plomo. Los registros coinciden con el proceso
industrializador que vive toda la zona andina. Pero, en Bolivia en particular,
se inicia el auge de la extración de estaño, metal del que la nación boliviana
sería el principal exportador y, aún hoy, uno de sus tres mayores productores.
Como sucede con la plata, el estaño, obtenido de minerales como la casiterita,
se presenta con otros metales, entre ellos el plomo.
Pero el mayor aumento de
concentración de plomo en el Nevado Illimani, unas tres veces más que en épocas
pasadas, se produce a partir de los años 60 del siglo pasado. Es la era de la
explotación del cobre pero, sobre todo, la del automóvil y su gasolina con
plomo. Es interesante comprobar como estos altos niveles fluctúan en función de
la prohibición paulatina de este combustible en favor de gasolinas sin plomo en
los distintos países.
Brasil fue el primer país de la zona
en apostar por gasolinas limpias, con una transición que culminó en 1991. Y
esto se nota en un progresivo descenso del plomo y otros materiales de
combustión en el registro del hielo. Pero, como fue en 1999 cuando le
arrancaron el trozo al glaciar, no hay datos de la última década, cuando Perú,
Chile o Bolivia también dejaron de usar la gasolina sin plomo.
Caracoles como
musas para mejorar las baterías del móvil
Investigadores de la Universidad de Maryland
se inspiran en la naturaleza para mejorar la electrónica portátil mediante
nanotecnología
El caracol no es precisamente el
símbolo de la velocidad. Pero la casa que lleva a cuestas, su concha en
espiral, esconde un ingrediente encargado de controlar su crecimiento que puede
ayudar nada menos que al movimiento de los electrones en las baterías para
móviles. Tal ingrediente es un péptido, una molécula inorgánica formada por los
mismos ladrillos que constituyen las proteínas, los aminoácidos. Científicos de
la Universidad
de Maryland (EE UU) la han usado como cemento a escala
nanométrica para mejorar las propiedades eléctricas de un cátodo (el polo
positivo de una pila). Hoy presentarán sus resultados durante la 59ª reunión
anual de laSociedad Biofísica que se celebra en
Baltimore (Maryland).
El antes y después de la actuación del péptido sobre el
óxido de litio, níquel y manganesio y los nanotubos del cátodo desarrollado
para la investigación.
"Es verdad que el título de
nuestra investigación habla de los caracoles. Pero no son solo ellos. También
las cáscaras de los moluscos tienen este péptido. Incluso también nuestros
huesos o dientes contienen una cierta cantidad de péptidos similares",
matiza Evgenia Barannikova, estudiante e
investigadora del laboratorio de la Universidad de Maryland que ha realizado
este estudio. Lo conseguido por el momento por Barannikova y sus
compañeros no supone la construcción de una batería completa, sino solo de su
cátodo (el polo positivo que recibe los electrones). Los resultados, según
Barannikova, reflejan que un cátodo con el péptido integrado mejora sus
propiedades eléctricas frente a uno convencional.
Este éxito se basa en una ordenación
interna de los compuestos químicos de una batería de litio. Barannikova ha
trabajado a escala nanométrica para encontrar una manera de ordenar dos
componentes que de por sí van por su lado: los nanotubos de carbono y el óxido
de níckel, manganeso y litio. Al añadir el péptido, el panorama cambia completamente
por la capacidad de esta molécula de producir enlaces tanto con elementos
orgánicos (los nanotubos) como los inorgánicos (el óxido de litio).
"Creamos un nanopuente compuesto por este péptido de unión con afinidad
dual para ambos materiales", explica Barannikova.
Creo que deberíamos fijarnos más en la naturaleza para
resolver problemas tecnológicos
Encontrar al péptido adecuado no es
una tarea automática. La investigación empleó un método conocido como Phage display, un kit de mil millones de
péptidos desarrollado por New England Biolabs que permite encontrar el elemento
adecuado mediante prueba y error. El material del que se quiere conseguir la
afinidad (en este caso el óxido de litio, níquel y manganeso) se somete al
contacto con estos innumerables candidatos durante una hora a temperatura
ambiente. Al terminar, se eliminan las uniones más débiles y se repite el
proceso tres o cuatro veces más, hasta que solo los enlaces más fuertes
sobreviven.
Para Barannikova, esta investigación demuestra la
importancia de usar la naturaleza como modelo: "Siempre nos muestra el
camino más corto para solventar un problema. Creo que deberíamos fijarnos más
en ella para encontrar las soluciones a los problemas tecnológicos que debemos
resolver". De momento, ella seguirá trabajando en este péptido como
argamasa de la batería del futuro. Su objetivo a medio plazo, presentar una
batería funcional como punto final a su tesis que pretende ser más ligera,
potente y duradera que las actuales.
Luchar contra el
cáncer con la rana que ha ganado el Nobel
Los científicos reivindican la investigación de enfermedades
humanas con este batracio
Cuando
la bioquímica Ana Losadase mudó al
mejor centro de investigación del cáncer de España, el CNIO, en 2004, muchos de
sus nuevos compañeros la miraron con cara rara. Llegaba con un centenar de
ranas. Una década después, sus colegas se han acostumbrado a ver una sala llena
de batracios en una institución dominada por un animalario con unos 30.000
ratones.
Losada
no es un bicho raro. Y su anfibio, la rana de uñas africana, tampoco. Sin hacer
tanto ruido como la oveja Dolly,
la rana fue en 1962 el primer animal vertebrado clonado, más de tres décadas
antes que la cordera bautizada en dudoso homenaje a los pechos de la cantante
Dolly Parton. En 2012, el padre de esta primera clonación, el británico John
Gurdon, ganó el premio Nobel de
Medicina.
La
rana, cuyo nombre científico es Xenopus laevis,
es originaria de Sudáfrica, donde vive en aguas estancadas, flotando
parsimoniosamente a la espera de zamparse un insecto o una lombriz. En el CNIO,
descansa en tanques de agua templada en un sótano. “Viven muy bien”, afirma
Losada, mostrando los palitos de gamba con los que se alimentan. El último
ancestro común de la rana y los seres humanos vivió hace 360 millones de años,
pero compartimos una infinidad de mecanismos moleculares, explica Losada.
El último ancestro común de la rana y los
seres humanos vivió hace 360 millones de años
Su
equipo estudia cómo se duplica el ADN antes de que una célula se divida, un
proceso que, si sale mal, puede provocar un cáncer u otras enfermedades. Para
entenderlo, cogen huevos de las ranas, preparan un puré con ellos y lo
condimentan con esperma de macho. En ese potaje, los paquetes de ADN, los
cromosomas, se pueden estudiar a placer. Losada y sus colegas pasan los días
eliminando diferentes tipos de proteínas para observar los efectos de su
ausencia en la duplicación del ADN. “Si entendemos cómo funcionan estas
proteínas, podremos intentar encontrar su talón de Aquiles en las células
cancerígenas”, aventura Losada, que despuntó en el Laboratorio Cold Spring
Harbor de Nueva York (EE UU) antes de regresar a España.
La
bioquímica forma parte de una comunidad de centenares de investigadores que
miran a la rana de uñas africana para entender enfermedades humanas. En el
último congreso internacional sobre el batracio,
celebrado en agosto en Pacific Grove (EE UU), acudieron unos 300 científicos.
El
padre espiritual de todos ellos es el biólogo John Gurdon, introductor de estos
anfibios en los laboratorios a finales de la década de 1950, cuando era un
estudiante más de la Universidad de Oxford. En una maniobra que abrió la puerta
a la clonación de humanos, Gurdon introdujo en 1962 un núcleo de una célula del
intestino de una rana en un óvulo sin núcleo de otra rana. Y se formó un
renacuajo maravilloso por lo normal, que demostraba que el ADN de cualquier
célula adulta mantiene el manual de instrucciones necesario para construir una
rana entera genéticamente idéntica.
La rana fue el primer animal vertebrado
clonado, en 1962, y este avance ganó el premioNobel
Pese a
la pujanza de otros animales de experimentación, como los ratones y los peces
cebra, Gurdon defiende las ventajas de su anfibio. La rana es fuerte,
totalmente acuática y fácil de mantener en un laboratorio. “Xenopus tiene
la gran ventaja de aportar cantidades masivas de material. Por ejemplo, cada
rana tiene aproximadamente 5.000 huevos u ovocitos, y son grandes, cada uno de
ellos es 4.000 veces mayor que un óvulo de ratón”, explica Gurdon a Materia.
“Varios
premios Nobel han utilizado Xenopus”, subraya el biólogo británico. Peter Agre, Nobel de Química en 2003, empleó
estas ranas para entender cómo funcionan los poros que permiten el paso de
moléculas de agua en las células, dando lugar a nuestro sudor y nuestras
lágrimas. Andrew F. Huxley, premio Nobel de Medicina de 1963 y hermanastro del
escritor de Un mundo feliz, se sumergió en el batracio para
comprender nuestros impulsos nerviosos.

Y la
bioquímica Carol Greider, Nobel de Medicina de 2009, ha
utilizado las Xenopus para iluminar el funcionamiento de la
telomerasa, una especie de proteína de la eternidad. Los cromosomas de nuestras
células están rematados por telómeros, unas estructuras que impiden que se
deshilachen al igual que una goma de pelo evita que se despeluche una trenza.
Cuando un ser vivo envejece, sus telómeros se acortan y sus cromosomas se
descuajaringan. La proteína telomerasa, sin embargo, alarga los telómeros y
muchos investigadores ven en ella un ingrediente de un futuro elixir de la
eterna juventud.
“La
rana ha sido un muy buen sistema para, por ejemplo, entender los mecanismos
tempranos de desarrollo en los vertebrados. Pero no es transparente y el pez
cebra sí, así que muchos investigadores se han cambiado”, opina José Luis Gómez-Skarmeta,
del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. “El modelo se ha quedado un poco
viejo, pero va a tener aportaciones importantes en epigenómica [la ciencia que
estudia los vestidos de moléculas que regulan la activación del ADN desnudo].
Es un modelo complementario a otros animales de experimentación”, sostiene.
La
naturaleza utiliza las mismas herramientas y el mismo material para construir
una chabola o un edificio, lo que cambian son las instrucciones"
Gómez-Skarmeta
trabaja en su laboratorio con un centenar de ranas Xenopus laevis y
otro centenar de su hermana Xenopus tropicalis, más pequeña. Solo
el 5 % de nuestro genoma, subraya, contiene instrucciones para fabricar
proteínas, las moléculas esenciales para la vida, como los anticuerpos que nos
defienden de las infecciones o la hemoglobina que transporta el oxígeno en la
sangre. El 95 % restante es el erróneamente conocido como ADN basura, aunque
desde 2012 se sabe que regula los genes convencionales, encendiéndolos y
apagándolos.
“Todos
los vertebrados están construidos con los mismos genes, pero los utilizamos de
manera diferente. Digamos que compartimos las mismas piezas de Lego. La
naturaleza utiliza las mismas herramientas y el mismo material para construir
una chabola o un edificio, lo que cambian son las instrucciones. El ADN basura
es el que nos hace diferentes”, ilustra Gómez-Skarmeta.
El
biólogo apaga y enciende genes de la rana para estudiar los cambios en su
desarrollo. También introduce genes humanos en los anfibios. “Si encuentra una
mutación en un gen humano que asocias a una enfermedad, la pruebas en el tubo
de ensayo, que es la rana, para ver si provoca la enfermedad”, resume. Gracias
a Xenopus, el investigador ha podido, por ejemplo, hallar una causa
molecular de la predisposición a sufrir cáncer de colon e identificar genes
fundamentales para la formación de los riñones.
“La
investigación con Xenopus tiene futuro”, asegura la
estadounidense Carmen Domingo,
profesora de Biología en la Universidad Estatal de San Francisco. La
investigadora, hija de padre español y madre venezolana, formó parte del comité
organizador del último congreso internacional sobre la rana. Calcula que unos
400 científicos en todo el mundo utilizan el animal para sus estudios. “Son más
baratas que un ratón y fáciles de mantener”, aplaude.
El
Ministerio de Medio Ambiente español considera “extremadamente peligrosa” a la
rana por portar un hongo
Su
equipo ha cambiado células de lugar en embriones de ranas para averiguar si
estaban predestinadas, observando que células encaminadas a formar el sistema
nervioso daban lugar a músculos si se las colocaba en la región adecuada. “Hay
una ventana de tiempo en la que las células pueden cambiar de destino.
Manipulamos esas células para entender sus mecanismos moleculares y nuestros
hallazgos se pueden aplicar a enfermedades humanas, como la distrofia
muscular”, señala.
El
batracio era el protagonista de la famosa prueba de la rana, para saber si una
mujer estaba embarazada. Consistía en inyectar orina de la chica bajo la piel
del animal. Si estaba encinta, una hormona provocaba que la rana pusiera huevos
en pocas horas. Cuando este método se dejó de utilizar en la década de 1960,
las ranas liberadas en los hospitales invadieron los ecosistemas, extendiendo
la plaga de la quitridiomicosis.
El 20
de abril de 2007, aparecieron en una charca de un jardín de Barcelona 18 larvas de Xenopus
laevis, hasta entonces desconocida en libertad en España. Diez días
después, la administración competente ordenó secar el estanque para erradicar
la especie. Hicieron un gran favor al ecosistema, pero aniquilaron a una rana
ganadora del premio Nobel.
Una bacteria
modificada convierte la energía del Sol en combustible líquido
Científicos de EE UU logran almacenar el
inagotable poder energético solar en un alcohol
Almacenar la inagotable energía del Sol,
sometida a los vaivenes de las nubes y del día y la noche, está más cerca.
Investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU) han concebido un
sofisticado sistema que utiliza una bacteria modificada genéticamente para
convertir la energía solar en un combustible líquido. El enfoque, si confirma
su rentabilidad, ayudaría a afrontar el desafío energético y a luchar contra el
cambio climático.
Los investigadores, encabezados por el químico
estadounidenseDaniel Nocera, han utilizado la energía del
Sol para obtener hidrógeno del agua (formada por dos átomos de hidrógeno y uno
de oxígeno). Con este hidrógeno, la bacteria modificada, de la especieRalstonia
eutropha, es capaz de convertir CO2, el principal gas responsable del
calentamiento global, en un alcohol combustible, el isopropanol. Al ser
líquido, podría ser transportado mediante las infraestructuras actuales,
subrayan los autores.
Nocera lleva años acariciando una revolución
energética planetaria. En 2009, fue considerado una de las 100 personas más influyentesdel
mundo por la revista Time como reconocimiento a sus avances
hacia combustibles inspirados en la fotosíntesis de las plantas.
Al ser líquido, el combustible podría ser
transportado mediante las infraestructuras actuales
“Las células fotovoltaicas tienen un
considerable potencial para satisfacer las futuras necesidades de energía
renovable, pero se necesitan métodos eficientes y escalables para almacenar la
electricidad intermitente que producen y poder implantar la energía solar a
gran escala”, explican los autores hoy en la revista científica PNAS. Su
sistema podría ser ese anhelado almacén de energía solar.
Otros equipos científicos han llegado a
métodos similares, pero han necesitado acelerar las reacciones químicas con
metales preciosos, como el platino y el indio, disparando los costes. El equipo
de Nocera emplea como catalizadores metales abundantes en la Tierra, como el
cobalto, logrando un rendimiento que triplica el de los mejores combustibles bioelectroquímicos
existentes, logrados por sistemas parecidos. Para los autores, es “una
importante prueba de concepto”.
"Todavía no vamos a utilizar este sistema
en nuestros coches. De momento, es solo un descubrimiento científico. Ahora
tenemos que mejorar las ineficiencias para que sea comercial, aunque ya somos
tan eficientes, o más, que la fotosíntesis natural", señala Nocera.
Ninguna empresa se ha interesado todavía por
el nuevo sistema. El año pasado, la multinacional estadounidense Lockheed
Martin, un gigante de la industria aeroespacial y militar, compró uno de los
anteriores productos del laboratorio de Nocera: una especie de hoja artificial
que utiliza la energía solar para separar el hidrógeno y el oxígeno del agua.
El hidrógeno también se puede emplear como combustible, aunque hay pocas
infraestructuras para facilitar su uso.
Hace dos años, científicos de la Universidad de Exeter (Reino
Unido) y de la petrolera Shell modificaron los genes de otra bacteria, laEscherichia
coli, para que fabricara diésel a
partir de ácidos grasos. El biocombustible, prometedor, también se enfrenta
ahora a desafíos para su comercialización, como su abaratamiento. En 2013,
producir un litro costaba miles de euros.
“Nuestro Estado
del bienestar y nuestra calidad de vida están basados en los descubrimientos
científicos”
El premio Nobel de Química 2014 dice que la
historia de la Humanidad es, "en un sentido amplio", la historia de
los hallazgos científicos
La historia de la Humanidad es,
"en un sentido amplio", la historia de los descubrimientos
científicos, según el Premio Nobel de Química 2014 Stefan Hell, para quien
"algunos acontecimientos históricos están sobrestimados" si se
comparan con los logros de la ciencia.
Hell logró este año el Nobel de
Química junto a los estadounidenses Eric Betzig y William E.
Moerne por el desarrollo de la microscopía fluorescente de altísima resolución,
sentando así las bases de la nanoscopía, que permite ver cosas hasta ahora
inalcanzables. Rumano de nacimiento, pero de nacionalidad alemana, Hell
calificó de "error serio" el recorte de los presupuestos para
investigación en tiempos de crisis y recordó que, "al final, nuestra
calidad de vida está profundamente enraizada en los descubrimientos científicos",
dijo, en una entrevista.
Europa estuvo "durante muchos
años en primera línea de la ciencia, lo que fue importante para el mundo y, sin
lugar a dudas, bueno para Europa", explicó el investigador del Instituto
Max Planck, en Alemania. "Nunca debemos olvidar", dijo, "que
nuestro Estado del bienestar, nuestra forma de vivir y nuestra calidad de vida
están basados, en última instancia, en los descubrimientos científicos y eso es
algo que no siempre se aprecia".
Para este científico "algunos
acontecimientos históricos están completamente sobrestimados en su
importancia". "El papel de Napoleón, por ejemplo, fue sin lugar a
dudas muy importante, pero, si me preguntas a mí, seguramente lo fue más la
invención de los fertilizantes". Sin ellos, "la gente habría muerto
de hambre o se habrían matado unos a otros a finales del XIX por no poder
alimentar a sus hijos".
Es un "error serio" recortar
los presupuestos para investigación en tiempos de crisis
Con ello, explicó, la gente pudo
interesarse por "otras cosas como la literatura, la música, el
teatro" y se lograron beneficios para la sociedad, "que no fueron un
logro de la política, como se podría pensar" sino que fueron los
descubrimientos científicos los que, "al final, permitieron a los
políticos extender el Estado del bienestar".
De maneras suaves y hablar pausado,
con el que es capaz de transmitir la pasión por su trabajo, Hell explicó la
importancia del llamado nanoscopio, gracias al cual se pueden observar por
primera vez "células vivas, penetrar en ellas sin dañarlas". La
importancia de poder observar las células vivas radica en que así se puede
comprobar cómo trabajan. "Es importante saber cómo funciona una célula
para, eventualmente, entender cómo se produce una enfermedad".
La Academia sueca de Ciencias
resaltó al conceder el premio que este tipo de microscopía ha abierto nuevos
campos en la química y la bioquímica, al poder ver como las moléculas crean
sinápsis entre las neuronas o trazar proteínas relacionadas con enfermedades
como el alzhéimer, el párkinson, o el huntington.
El camino de Hell hacia el Nobel no
fue precisamente fácil. El científico europeo, que trabajó de forma
independiente a los otros dos premiados, tuvo que enfrentarse al escepticismo
de muchos compañeros de profesión. Y todo ello porque se empeñó en demostrar que
lo imposible podía ser posible. A finales del siglo XIX, el físico y óptico
alemán Ernst Abbe estableció que la microscopía óptica no podía observar
objetos menores de 0,2 micrómetros, lo que se conoce como límite de
difracción. Aunque ese límite sigue existiendo, los premiados encontraron
la manera de eludirlo usando moléculas fluorescentes, con lo que lograron crear
microscopios de una resolución no vista antes, para lo que Hell, por un lado, y
Moerner y Betzig por otro, desarrollaron técnicas diversas.
Es importante saber cómo funciona una célula para,
eventualmente, entender cómo se produce una enfermedad"
Hell aseguró que para llegar a
resultados de este tipo hace falta tener "una educación muy buena, tu
propia visión del problema y entenderlo en profundidad". Solo así quizás
"puedas marcar la diferencia".
El científico eligió "un problema que parecía que no se
podía resolver" movido por la "curiosidad" y por la
"diversión", aunque no podía imaginar que llegaría a un resultado tan
importante. "Los profesores, los colegas, en los libros de texto se decía
que nunca podría pasar [eludir el limite de difracción], así son las cosas. Y
entonces llegas tú y dices: 'ha pasado'. Es absolutamente genial".
Químicos mexicanos generan electricidad
con nanofibras de titanio y bacterias
“La energía no se crea ni se
destruye sólo se transforma”. Bajo esta máxima, químicos de la Universidad
Autónoma de Nuevo León (UANL) aprovecharon la energía producida por la bacteria
Escherichia coli (E. coli) al momento de alimentarse de glucosa, para
transformarla en una fuente orgánica de bioelectricidad.
El investigador de la Facultad de
Ciencias Químicas de la UANL, Eduardo Maximiano Sánchez Cervantes, explicó que
estos dispositivos llamados celdas de combustible microbianas son artefactos
electroquímicos que convierten la materia orgánica, como el contenido de las
fosas sépticas o soluciones de glucosa, en energía bioeléctrica, al provocar un
reacción de oxidación en los microoganismos exoelectrogénicos como la bacteria
del E coli.
Este tipo de celdas de combustible
microbianas funciona con el mismo principio de polaridad negativa y positiva
que una batería convencional, aunque físicamente es semejante a un matraz con
dos secciones. La energía generada a partir del experimento con las baterías
fue la necesaria para iluminar un led, pero el propósito de la investigación es
que a futuro puedan instalarse estos dispositivos en zonas donde existan fosas
sépticas, ya sea en zonas rurales, casas o depósitos de aguas residuales, con
la finalidad de generar bioenergía a partir de desechos orgánicos, comentó
Eduardo Sánchez, líder de la investigación.
Durante el experimento, los químicos
trabajaron en un área de uno a dos centímetros cuadrados, en la que sumergieron
en solución de glucosa una malla metálica con el cultivo microbiano junto a una
serie de electrodos. En este proceso la E.coli degrada la glucosa y provoca una
reacción química de oxidación y genera electrones, los cuales transfieren a un
circuito externo en las nanofibras de dióxido de titanio-carbón, donde pueden
transferirse e iluminar un led.
Este material nanoestructurado con alta área
superficial es biocompatible y puede hospedar una densa capa de E. coli
electroactivadas, ya que por sí solas no son proactivas. Se aplica un
pretratamiento con electricidad a un cultivo, se electrocutan y las que
sobreviven se reproducen con una tendencia a soportar la carga eléctrica, a fin
de que la tercera colonia sea electroactivada, y soporte la carga necesaria y
transmita el electrón.
El
máximo de densidad de corriente que generó la celda de combustible microbiana
fue de ocho amperios por metro cuadrado, ya que al utilizar una red hecha con
nanofibras duales de dióxido de titanio y carbono se almacena más energía. Sin
embargo, durante las seis horas que duró la evaluación, la intensidad disminuyó
hasta estabilizarse en un intervalo de cuatro y cinco, detalló el también
doctor en Química del Estado Sólido por la Universidad Estatal de Arizona.
De
igual manera, tras una serie de pruebas de conductividad eléctrica se demostró
que las nanofibras de dióxido de titanio y carbono cuentan con las
características necesarias para aplicarse en las celdas de combustible
microbiana. Además de acuerdo con los resultados, mientras exista solución con
glucosa los microorganismos seguirán produciendo energía, sin embargo, no se
evaluó la capacidad de las celdas de combustible microbianas en función del
tiempo de vida de las bacterias.
Estos
dispositivos aún son una promesa tecnológica, debido a sus limitados
rendimientos de energía, porque está en función de la tasa de transferencia de
electrones de los microorganismos al ánodo, la resistencia del circuito de las
nanofibras de dióxido de titanio y la transferencia de masa de protones en la
solución de glucosa.
El desempeño del electrodo anódico
se evaluó por amperometría, y se generó biocatalíticamente una densidad de
corriente de 800 miliamperios por centímetro cuadrado. El siguiente paso en la
investigación es escalar la batería microbiana y alterar los electrodos con
óxido de cobre con el fin de lograr que la intensidad de corriente sea mayor a
los 2-5 miliamperios por centímetro cuadrado, finalizó el académico de la UANL.
(Fuente: AGENCIA ID/DICYT )
Jueves, 26 febrero 2015
BIOQUÍMICA
Obtienen energía renovable a partir de
aguas residuales
Actualmente
existen tratamientos que permiten la purificación de las aguas residuales para conseguir efluentes que se pueden verter en mares o ríos sin
problemas medioambientales. Sin embargo, se trata generalmente de tecnologías
con un elevado coste energético, mayoritariamente de aireación y bombeo, y con
un elevado coste económico del tratamiento de los residuos generados,
principalmente de los lodos de depuradora.
Las
aguas residuales contienen una gran cantidad de energía química almacenada en
la materia orgánica contaminante. Para intentar aprovechar esta energía,
investigadores de diferentes laboratorios de todo el mundo buscan cómo
recuperarla, por ejemplo en forma de hidrógeno, un proceso que eliminaría
eficientemente la materia orgánica de las aguas residuales y permitiría no sólo
la reducción del consumo energético del proceso de depuración sino, incluso, la
obtención de energía a partir de este residuo.
La
clave para lograrlo son las llamadas celdas microbianas de electrólisis. Se
trata de la utilización de unas bacterias muy especiales, las bacterias
exoelectrógenas, que son capaces de oxidar la materia orgánica y generar
corriente eléctrica permitiendo producir hidrógeno. En estas celdas basta con
añadir un poco de energía en forma de voltaje, mucha menos de la necesaria para
hacer la electrólisis del agua, que se recupera con creces en forma de
hidrógeno, consiguiendo generación neta de energía.
Ahora,
investigadores del grupo de investigación en Bioelectroquímica del Departamento
de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en España,
han conseguido mejorar la eficiencia energética de las celdas. Los resultados,
a nivel de laboratorio y publicados en la revista Water Research, son muy
prometedores y demuestran que estos sistemas tendrían un nicho de mercado a
escala industrial, según sus autores.
Los
científicos, coordinados por los profesores Albert Guisasola y Juan Antonio
Baeza, han utilizado aguas residuales reales, en lugar de las aguas sintéticas
muy biodegradables utilizadas en la mayor parte de los experimentos, y han
logrado la producción biológica de hidrógeno y la recuperación, durante el
proceso de tratamiento, de buena parte de la energía contenida en los residuos.
Para
conseguirlo, los investigadores han seleccionado un conjunto de bacterias capaz
de transformar estos sustratos complejos, metanol, residuos lácteos, almidón y
glicerol, en compuestos más simples que pueden ser degradados por los
microorganismos exoelectrógenos.
Los
resultados han sido muy positivos y se ha conseguido intensidades de corriente
y velocidades de producción de hidrógeno muy elevadas a partir de la depuración
de estas aguas residuales. A largo plazo, la celda alimentada con residuos
lácteos dio los mejores resultados tanto en términos de intensidad de corriente
(150 amperios por metro cúbico de celda), como en producción de hidrógeno (0.94
metros cúbicos de hidrógeno por metro cúbico de reactor y día) y en
recuperación de electrones en el cátodo (91%), y todo ello con un voltaje
aplicado de sólo 0.8 V.
Según sus promotores, estos
resultados dan un empuje al desarrollo industrial de esta tecnología y a la
posibilidad de crear sistemas de tratamiento de aguas residuales que produzcan
energía en forma de hidrógeno. (Fuente: Universidad Autónoma de Barcelona)
Miércoles, 18 febrero
2015
BIOQUÍMICA
Mayor calidad nutricional de la leche y queso
procedentes de animales en pastoreo en zonas de montaña
La
tesis internacional ‘Efecto de los sistemas de manejo en pastoreo sobre la
calidad de la leche y el queso’, defendida en castellano e italiano por Izaskun
Valdivielso Zubiria, se ha realizado dentro de una de las líneas de trabajo del
Grupo de Investigación Lactiker de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea, cuyo objetivo es el estudio de factores que afectan a la
sostenibilidad de los sistemas de pastoreo tradicional en la cornisa Cantábrica
y, en particular, en el País Vasco. Ha sido dirigida por Luis Javier Rodríguez
Barrón, profesor de Tecnología de Alimentos, y Juan Carlos Ruiz de Gordoa,
profesor de Bioquímica y Biología molecular, estando el tribunal compuesto por
Mertxe de Renobales, presidenta del mismo y catedrática de Bioquímica y
Biología molecular de la UPV/EHU, Manuel Delgado, profesor titular de
Producción animal de la Universidad de Sevilla, Carolina Pugliese,
investigadora del Área de Ciencia Animal de la Universidad de Florencia, y
Paloma Torre, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pública
de Navarra. Actuó como secretaria la investigadora Ramón y Cajal de la UPV/EHU
Noelia Aldai.
Uno
de los aspectos más interesantes de esta tesis doctoral es que el estudio se ha
llevado a cabo con rebaños comerciales de ovejas. Los resultados muestran que
el pastoreo extensivo de montaña favorece un perfil de grasa láctea con un
menor contenido de ácidos grasos saturados, entre ellos los considerados
aterogénicos, y un mayor contenido en ácidos grasos deseables desde el punto de
vista nutricional y de la salud humana, como son los ácidos α‐linolénico (n-3), ruménico (ácido
linoleico conjugado), vaccénico (trans n-7) y ácido eicosapentaenoico (EPA,
n-3). Así mismo, el pastoreo de montaña también incrementa el contenido de
tocoferoles en leche y queso de los rebaños comerciales cuando se compara con
el manejo de estos rebaños en estabulación durante el invierno, y en pastoreo a
tiempo parcial en valle en primavera.
En
cuanto a los resultados derivados del estudio de compuestos volátiles
responsables del aroma del queso, se observaron cambios relevantes en el
contenido de diversos compuestos como ácidos, ésteres, cetonas, aldehídos y
terpenos, cuando las ovejas se encontraban en pastoreo de montaña. El análisis
sensorial de los quesos, llevado a cabo por un panel entrenado de catadores, no
mostró diferencias muy importantes en las propiedades de sabor, olor y textura
entre quesos de montaña en comparación con quesos de valle o de estabulación en
invierno cuando los quesos eran elaborados por el mismo pastor durante la
campaña anual de producción de queso.
Los resultados y conclusiones de
esta tesis doctoral aportan datos científicos relevantes para la
diferenciación de leches y quesos de oveja de montaña. Algunos de los
compuestos analizados pueden ser utilizados como potenciales marcadores
químicos para la autentificación de leche y queso procedentes de animales en
pastoreo, en particular, de zonas de montaña. Además, los resultados de este
trabajo pueden proporcionar información útil y de interés, tanto para
productores, asociaciones profesionales, instituciones y organismos de control
como para los consumidores en general. Las evidencias científicas aportadas
sobre la mayor calidad nutricional de la leche y queso procedentes de animales
en pastoreo reforzará la actividad de los productores, especialmente en las
zonas de montaña, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de producción,
y dificultando su progresivo abandono. (Fuente: UPV/EHU)