sábado, 4 de abril de 2015

Química en la vida Diaria

Si solo fuera nicotina...

Los miles de ingredientes de un simple cigarrillo. Nunca un pequeño cilindro ha abarcado tanto: azúcares, arsénico, disolvente...
·         ¿Qué es peor: beber o fumar?



Las mejores esencias se venden en frascos pequeños. Puede ser. Pero también los más potentes venenos. Un pequeño cilindro con tabaco (un cigarrillo) contiene ingredientes que originan hasta 7.000 productos diferentes, de los cuales 69 son probadamente carcinógenos (que provocan cáncer). De hecho, aproximadamente el 85% de los tumores de pulmón se deben al tabaco. Pero sus efectos no quedan ahí.
Coja aire: además de ser el principal responsable de la enfermedad mencionada, consumirlo aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de boca, laringe y esófago, incluso de otros órganos aparentemente alejados del humo fatal, como estómago, hígado, vejiga, mama o colon. Y no se relaciona solo con el cáncer. Según la OMS, también provoca patologías cardiovasculares como anginas, infartos de miocardio y cerebrales, al promover la aterosclerosis (depósito de sustancias lipídicas en las arterias), la diabetes y subir la tensión arterial; claro está, también aumenta las alteraciones pulmonares al facilitar las infecciones, empeorar el asma e irritar y destruir los alveolos, las finas paredes donde se capta el oxígeno, lo que acaba dando lugar a una insuficiencia respiratoria que se conoce como efisema. Como prosigue la OMS, fumar es la principal causa de muerte evitable en el planeta (Vuelva a coger aire).
En general, sus componentes se dividen en tres: nicotina, alquitrán y monóxido de carbono, justamente los tres ingredientes sobre los que las empresas tabacaleras deben informar. Sin embargo, el alquitrán es en realidad un cajón de sastre, que puede englobar distintos compuestos de muy diversa toxicidad, por lo que su cantidad total no sirve como medida de control. Y en las regulaciones no se incluyen los aditivos, las sustancias que se agregan al tabaco natural y de las que más de 100 han mostrado efectos farmacológicos, en general poco deseables. “Es uno de los pocos productos de consumo para los que no hace falta una lista completa de sus ingredientes”, afirma Esteve Fernández, director de la Unidad de Control de Tabaquismo en elInstituto Catalán de Oncología y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología.
A grandes rasgos, estos son los componentes de un cigarrillo:
Nicotina
La nicotina es una molécula muy parecida a la acetilcolina, uno de los principales neurotransmisores naturales, y es el gran responsable de que el tabaco genere adicción. Desde que llega a los pulmones, tarda solo siete segundos en alcanzar el cerebro, y una vez allí estimula las áreas de recompensa, de forma parecida a como otras drogas hacen. Pero esa no es su única acción: también aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, provoca resistencia a la insulina (favorece la diabetes) y se cree que aumenta la agregación de las plaquetas (lo contrario a una aspirina), según la American College of Cardiology Foundation. Conclusión: incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Monóxido de carbono
El tabaco es una fuente relativamente importante de este gas, cuyo origen está en la combustión incompleta de una gran cantidad de sustancias y que es, por ejemplo, el responsable de las muertes por asfixia en algunas casas con braseros o en garajes mal ventilados. Su particularidad es que se une con extraordinaria fuerza a la hemoglobina, con una avidez hasta 200 veces mayor a como lo hace el oxígeno. Los glóbulos rojos que lo recojan, y cuya vida es de unos tres meses, pasarán el resto de sus días paseando monóxido de carbono, inservible para la respiración. Eso no solo crea un déficit de oxígeno, también aumenta el número de glóbulos rojos para compensarlo (lo que da lugar a una sangre más viscosa). Además, daña directamente las membranas de las células y favorece que el colesterol se deposite en los vasos sanguíneos. Para Fernández, “su importancia se ha minusvalorado a lo largo de los años”.
Alquitrán
Es el cajón de sastre de los cigarrillos. En general se refiere a todas las partículas que quedan en determinados filtros tras extraer la nicotina y el agua: es la masa oscura y pegadiza que se deposita en los pulmones, y la que contiene gran parte de los carcinógenos. Según Esteve Fernández, entre ellos destacan los hidrocarburos policíclicos aromáticos (presentes también en el petróleo), nitrosaminas y benzopirenos. Además, existen una gran cantidad de partículas finas (de tamaño inferior a 2,5 micras), como las que se producen en los motores de los coches, y que penetran con gran profundidad en los pulmones, absorbiéndose y dando lugar a diversos (y nefastos) efectos secundarios (respiratorios y cardiovasculares, en especial).
Otras sustancias perjudiciales
Ya sea formando parte del alquitrán o no, el tabaco contiene una lista innumerable de sustancias perjudiciales para la salud. Estas son algunas de ellas, con la definición del National Cancer Institute, de Estados Unidos.
Tolueno: Es un hidrocarburo que existe de forma natural en el petróleo. Se usa como aditivo en la gasolina y como disolvente. En el cuerpo actúa como irritante y es tóxico para el sistema nervioso central. Es un posible carcinógeno.
Aldehídos como el formaldehído o el acetaldehído: los aldehídos son compuestos orgánicos presentes en algunos productos naturales pero utilizados también para la fabricación de plásticos y pinturas. Elformaldehído ha sido considerado por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer como un carcinógeno dentro del grupo 1 (los de mayor evidencia). El acetaldehído se produce de forma natural durante la combustión del tabaco, pero aumenta con el añadido de azúcares, y contribuye a incrementar la adicción a la nicotina.
Acrilamida: es un compuesto orgánico tóxico para el sistema nervioso central y clasificado como probable carcinógeno (dentro del grupo 2A).
Metales como arsénico o cadmio, isopreno: el arsénico se ha relacionado con mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y neurotoxicidad. Es un carcinógeno del grupo 1. Elcadmio se usa en la fabricación de baterías, y se ha relacionado con enfermedades pulmonares, cardiovasculares y renales. Es uncarcinógeno del grupo 1.
Ppolonio-210: es un elemento radiactivo cuya existencia en el tabaco se conoce desde los años 60. Es un potente carcinogéno (y, a dosis mucho más altas, la sustancia usada en el envenenamiento del espía ruso Alexander Litvinenko).
Aditivos
Con el paso de los años, las tabacaleras fueron refinando su producto, añadiendo hasta 600 aditivos (aquí tiene la lista completa) para “mejorar su sabor y hacerlo menos áspero”, según declararon las propias compañías. Estos suponen actualmente el 10% del contenido de un cigarrillo, y algunos de ellos (hasta cien se han catalogado) no parecen tan inocuos. Destacaremos los siguientes:
Amoniaco: añadido, en principio, para mejorar la consistencia y el sabor del tabaco. Sin embargo, también aumenta su pH, lo que en teoría (hay estudios que niegan que las dosis sean suficientes) posibilita que la nicotina se absorba en más cantidad y aumente su poder de adicción.
Azúcares, edulcorantes y mentol: Según Fernández, estos componentes se añadieron “para atraer el consumo de los jóvenes y de las mujeres, al mejorar y suavizar el sabor”. El problema es que los azúcares, al quemarse con el tabaco, producen acetaldehído, que no es solo carcinogénico, sino que a dosis suficientes puede aumentar la adicción provocada por la nicotina. El mentol, por su parte, permite disminuir la tos y la irritación, lo que lleva a minusvalorar el riesgo. Por ello ha sido prohibido por la reciente directiva europea sobre productos del tabaco. “Aunque con una moratoria de cuatro años”, comenta Fernández.
Otros productos de la lista: derivados de la lactona, que entorpecen el metabolismo de la nicotina y aumentan su tiempo de acción; derivados del regaliz y del cacao, broncodilatadores que pueden aumentar la absorción en los pulmones; incluso sustancias como el propilenglicol, que demostraron alterar (y favorecer) el patrón de respuesta cerebral al tabaco.
Eso sí, para la mayoría de los efectos de este último apartado, las autoridades europeas muestran reservas: aunque todos ellos son factibles, mantienen dudas sobre si los aditivos se encuentran en cantidades suficientes. Por cierto, algunas compañías también introdujeron compuestos como precursores de la vitamina A, en un intento por disminuir el poder cancerígeno del tabaco. Pero parece claro que fracasaron.
Así pues, plantearnos qué es exactamente un cigarrillo, nos transporta a la tragedia de Shakespeare. Condenados a no poder estar juntos por sus apellidos, Julieta pregunta: “¿Qué hay en un nombre, Romeo?” “Demasiadas cosas”, pudo haber dicho él.

 Crean una impresora 3D casi tan rápida como las de tinta y papel
La impresión no se hace capa a capa sino de forma continua y es hasta 100 veces más rápida que las tecnologías actuales






La revolución de las impresoras 3D estaba siendo demasiado lenta. Para crear una simple figurita se necesitan horas y hasta días si es algo más grande. Sin embargo, un nuevo método que combina resinas líquidas, luz ultravioleta y oxígeno consigue obtener objetos 100 veces más rápido. Es el gran paso que le faltaba a la democratización de la fabricación en masa y su promesa del háztelo tu mismo.
La impresión 3D es muy parecida a la pastelería. Los pasteleros crean capa a capa la tarta, que toma consistencia una vez que se enfría. Con las impresoras 3D hay dos grandes tecnologías para hacer las tartas. En una, el modelado por deposición fundida (FDM, por sus siglas en inglés), la impresora calienta el rollo de material y con una especie de manga pastelera crea el objeto. Un chorro de aire enfría el filamento para que solidifique. La estereolitografía, sin embargo, usa resinas líquidas que, al ser expuestas a la luz ultravioleta, se solidifican como si fuera una plancha de caramelizar. La FDM es más sencilla y asequible, pero muy lenta y con peor resolución. La estereolitografía ofrece mejores resultados, pero la operación con las resinas es muy compleja.
"La fabricación por adición tiene el potencial de transformar la complejidad con la que se fabrican objetos funcionales, pero la impresión 3D convencional los fabrica usando un enfoque por etapas, capa a capa, que lleva mucho tiempo", dice el químico de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) y creador de la nueva impresora CLIP, Joseph DeSimone. Para este experto en ciencia de polímeros, existe una gran distancia entre la velocidad en el diseño industrial o prototipado rápido y la velocidad en la fabricación que obstaculizan "la capacidad de la impresión 3D de ir más allá de las fases de diseño y realización de prototipos de un producto".
La estereolitografía usa resinas líquidas sensibles a la luz ultravioleta, que las solidifica
Lo que ha conseguido DeSimone y su equipo ha sido simplificar la estereolitografía, acelerando la velocidad de impresión y sin, por ello, afectar a la calidad de los objetos impresos. Su impresora CLIP (Interfaz de Producción Líquida Continua, por sus siglas en inglés), les permite controlar el proceso por el que las moléculas de la resina líquida se solidifican creando estructuras complejas en un proceso llamadopolimerización.
Tal y como explican en la revista Science, donde su creación ocupa la portada de esta semana, en vez de usar un sistema mecánico, los creadores de CLIP juegan con el láser ultravioleta que inicia la reacción química de solidificación y el oxígeno, que la detiene. Su gran aportación es una especie de cristal que, como unas lentillas, les permite ajustar el paso de la luz y del oxígeno. De esta manera, consiguen una impresión continua que da a los objetos un acabado perfecto en su forma y sin fracturas en el interior.
Pero lo mejor de CLIP es su velocidad de impresión. Hasta ahora, la impresión vertical podía imprimir unos cuantos milímetros a la hora. Aunque las capas de material superpuesto tienen un grosor de entre 50 y 100 micras (una micra es la millonésima parte de un metro), había que imprimir cada capa, dejar que solidificara y volver a por otra capa. La nueva impresora eleva el objeto del recipiente con la resina a un ritmo de 500 milímetros a la hora, es decir, hasta 100 veces más rápido.

La impresora CLIP consigue prótesis dentales con la calidad y resistencia de las de la industria. / CARBON3D, INC
Durante la presentación de CLIP en las charlas TED, DeSimone mostró algunos ejemplos de lo que puede hacer su impresora en unos minutos. Desde una Torre Eiffel de recuerdo, hasta micro agujas para la administración de medicamentos, pasando por prótesis dentales ostent coronarios, una especie de endoprótesis para el corazón.
"Si la impresión 3D quería salir del nicho de los prototipos en el que ha estado atrapada durante décadas, teníamos que encontrar un tecnología disruptiva que afrontara el problema desde una nueva perspectiva y abordara las debilidades fundamentales de las impresoras 3D", comenta Jim Goetz, uno de los socios de Sequoia, una compañía de inversión que pone su dinero en las tecnologías más rompedoras y prometedoras. "Cuando conocimos a Joe [por Joseph DeSimone] y vimos lo que su equipo había inventado, tuvimos claro al instante que la que la impresión 3D ya nunca sería la misma".
"Cuando vimos lo que habían inventado, tuvimos claro que la que la impresión 3D ya nunca sería la misma", dice un inversor
CLIP ha demostrado su valía imprimiendo plásticos, cerámicas y materiales orgánicos, pero debería funcionar bien con todo material basado en polímeros. Para comercializar su tecnología, DeSimone y parte de su equipo investigador han creado, junto a inversores como Goetz la empresaCarbon3D.
"Es un gran comienzo, la revolución está ahí", opina el director de investigación de BQ, Juan González. Esta es una de las pocas empresas españolas que fabrica impresoras 3D del tipo FDM y que está investigando con las de resinas. "El tiempo puede dar igual en el uso doméstico, pero en la empresa es un factor clave", añade. Pero no se trata solo de que se reduzca el tiempo de impresión, sino que el acabado en un proceso continuo como el de CLIP es muy superior.
La inyección por molde que se usa en la producción industrial aún tiene años de vida, pero con avances como este, González cree que está más cerca "el objetivo de conseguir la producción masiva del molde pero con la capacidad de personalizarla de la impresión 3D".



 2.000 años de historia de Sudamérica escritos en el hielo






El análisis de partículas en un glaciar muestra el auge y caída de las ciudades preincaicas, el Imperio inca, el periodo colonial español y la llegada de la gasolina con plomo




Buena parte de la historia de América del Sur está escrita en el hielo. El análisis de un glaciar milenario del altiplano boliviano muestra una correlación entre la presencia de plomo en el agua helada y el auge y caída de las civilizaciones preincaicas, del propio Imperio inca y la llegada de los españoles. Este material da pistas de la fiebre de la plata que afectó a todos esos pueblos.
Situado a casi 6.500 metros de altura, el Nevado Illimani, cercano a La Paz, domina todo el altiplano boliviano. A esa altura, recibe precipitaciones tanto de aguas procedentes del lejano Atlántico como del Pacífico. Aguas que, en su camino, capturan el polvo en suspensión de las zonas que atraviesan. En 1999, una expedición científica francosuiza extrajo dos tubos de casi 139 metros del hielo acumulado en el glaciar durante milenios. Cortado en segmentos de unos 70 centímetros, cada bloque es como una porción congelada del tiempo.
Ahora, un equipo también helvético ha analizado la presencia de distintas partículas en uno de los tubos. Usando la técnica llamada de espectrometría de masas, pudieron medir con gran exactitud la presencia relativa de elementos químicos, detectando incluso las distintas variaciones (isótopos) de un mismo elemento. Su objetivo principal era el plomo. Este material altamente tóxico es un metal pesado que se encuentra en bajas cantidades en el aire en suspensión. Y si aparece en mayor proporción es que está la mano del hombre detrás.
"Las muestras de hielo son grandes archivos para estudiar la historia del clima, las emisiones de gases de efecto invernadero, incendios forestales, erupciones volcánicas y la emisión de un sinfín de contaminantes del aire", dice la investigadora del Instituto Paul Scherrer y coautora del estudio Anja Eichler. Con la técnica usada podían además diferenciar entre el plomo de origen natural presente en el polvo atmosférico y el antropogénico y, dentro de este, el provocado por la metalurgia de la plata o el procedente de la combustión de los motores a gasolina.
Los científicos usaron un espectrómetro de masas para medir la presencia de plomo en el hielo
Partiendo de un nivel reducido y más o menos estable de plomo en el hielo de hace 2.000 años, los climatólogos se metieron a historiadores. Vieron que a lo largo de la historia, se han producido tres grandes picos de acumulación de este metal. Así, comprobaron como, alrededor del año 450, aparecían los primeros registros de origen antropogénico de plomo y la proporción se mantenía elevada durante unos 500 años, hasta el 950.
Durante ese lapso se produjo la aparición y auge de dos civilizaciones preincaicas. Por un lado, en el altiplano boliviano se desarrolló la civilización liderada por la ciudad de Tiahuanaco, a unos 100 kilómetros del glaciar Illimani. Más al este, en la parte occidental de lo que hoy es Perú, apareció la ciudad de Huari, a unos 700 kilómetros del Nevado. A pesar de la distancia, el paso de ambas civilizaciones por la historia quedó en el hielo.
Como los imperios posteriores, estos pueblos deseaban la plata. Extraída de las minas en forma de mineral combinado con otros metales, como el plomo o el cobre, los tiahuanaco lo fundían y dejaban oxidar en un proceso llamado copelación. La mayor parte del plomo se evaporaba, dejando la plata aislada. Es ese plomo el que aparece atrapado en el hielo.


El hielo se obtuvo del Nevado Illimani, un glaciar situado a 6438 metros de altura, que domina el altiplano boliviano. / PATRICK GINOT
Sin embargo, tal y como publican en la revista Science Advance, los niveles de este metal vuelven a reducirse a mediados del siglo X, fecha en el que tanto la cultura tiahuanaco como la huari empiezan a languidecer. Los historiadores han postulado varias teorías sobre la caída de estas civilizaciones preincaicas. Que si un enfrentamiento entre ellas, que si revueltas en el interior, una larga sequía... o una combinación de ambas.
"Hemos encontrado una polución por plomo antropogénico provocado por la metalurgia de la plata durante el periodo tiahuanaco. La caída de los niveles de plomo después de esa fecha tiene conexión con la fuerte subida de las concentraciones de polvo, de cerio por ejemplo. Estas concentraciones de polvo entre 1000 y 1400 son las mayores del registro de los últimos 2.000 años, lo que indica que fue una época muy seca", explica Eichler. Así que el hielo confirmaría la idea de que una sequía de siglos pudo influir en el destino de Tiahuanaco y Huari.
Incas, españoles y el Cerro Rico de Potosí
Hubo que esperar al Imperio Inca para que los niveles de plomo en el hielo de Illimani volvieran a subir. Los incas usaban un sistema de hornos (huayra) para fundir el mineral aprovechando el viento del altiplano para facilitar la fundición. Con la llegada de los españoles, las cosas no cambiaron en un principio. Ni siquiera cuando los conquistadores descubrieron el Cerro Rico de Potosí, la que sería la mayor mina de plata del mundo. Los europeos, además de usar a los americanos para explotar la mina, copiaron el sistema de huayras.
Sin embargo, a partir de 1570, los niveles de plomo en el hielo volvieron a descender hasta niveles casi naturales. ¿Qué pasó? Pues que los españoles empezaron a usar mercurio para separar la plata del resto de metales y este es un proceso en frío, por lo que la emisión de plomo a la atmósfera se redujo al mínimo. En el Potosí se llegaron a usar 45.000 toneladas de mercurio. Solo el aumento del precio de este material o la apertura de otras minas en la zona explicarían algunos picos puntuales de acumulación de plomo en los siguientes siglos.
Desde los años 60 del siglo pasado el plomo de la gasolina domina al de origen metalúrgico
Es a finales del siglo XIX cuando el hielo vuelve a llenarse de plomo. Los registros coinciden con el proceso industrializador que vive toda la zona andina. Pero, en Bolivia en particular, se inicia el auge de la extración de estaño, metal del que la nación boliviana sería el principal exportador y, aún hoy, uno de sus tres mayores productores. Como sucede con la plata, el estaño, obtenido de minerales como la casiterita, se presenta con otros metales, entre ellos el plomo.
Pero el mayor aumento de concentración de plomo en el Nevado Illimani, unas tres veces más que en épocas pasadas, se produce a partir de los años 60 del siglo pasado. Es la era de la explotación del cobre pero, sobre todo, la del automóvil y su gasolina con plomo. Es interesante comprobar como estos altos niveles fluctúan en función de la prohibición paulatina de este combustible en favor de gasolinas sin plomo en los distintos países.
Brasil fue el primer país de la zona en apostar por gasolinas limpias, con una transición que culminó en 1991. Y esto se nota en un progresivo descenso del plomo y otros materiales de combustión en el registro del hielo. Pero, como fue en 1999 cuando le arrancaron el trozo al glaciar, no hay datos de la última década, cuando Perú, Chile o Bolivia también dejaron de usar la gasolina sin plomo.
 Caracoles como musas para mejorar las baterías del móvil


Investigadores de la Universidad de Maryland se inspiran en la naturaleza para mejorar la electrónica portátil mediante nanotecnología




El caracol no es precisamente el símbolo de la velocidad. Pero la casa que lleva a cuestas, su concha en espiral, esconde un ingrediente encargado de controlar su crecimiento que puede ayudar nada menos que al movimiento de los electrones en las baterías para móviles. Tal ingrediente es un péptido, una molécula inorgánica formada por los mismos ladrillos que constituyen las proteínas, los aminoácidos. Científicos de la Universidad de Maryland (EE UU) la han usado como cemento a escala nanométrica para mejorar las propiedades eléctricas de un cátodo (el polo positivo de una pila). Hoy presentarán sus resultados durante la 59ª reunión anual de laSociedad Biofísica que se celebra en Baltimore (Maryland).

El antes y después de la actuación del péptido sobre el óxido de litio, níquel y manganesio y los nanotubos del cátodo desarrollado para la investigación.
"Es verdad que el título de nuestra investigación habla de los caracoles. Pero no son solo ellos. También las cáscaras de los moluscos tienen este péptido. Incluso también nuestros huesos o dientes contienen una cierta cantidad de péptidos similares", matiza Evgenia Barannikova, estudiante e investigadora del laboratorio de la Universidad de Maryland que ha realizado este estudio. Lo conseguido por el momento por Barannikova y sus compañeros no supone la construcción de una batería completa, sino solo de su cátodo (el polo positivo que recibe los electrones). Los resultados, según Barannikova, reflejan que un cátodo con el péptido integrado mejora sus propiedades eléctricas frente a uno convencional.
Este éxito se basa en una ordenación interna de los compuestos químicos de una batería de litio. Barannikova ha trabajado a escala nanométrica para encontrar una manera de ordenar dos componentes que de por sí van por su lado: los nanotubos de carbono y el óxido de níckel, manganeso y litio. Al añadir el péptido, el panorama cambia completamente por la capacidad de esta molécula de producir enlaces tanto con elementos orgánicos (los nanotubos) como los inorgánicos (el óxido de litio). "Creamos un nanopuente compuesto por este péptido de unión con afinidad dual para ambos materiales", explica Barannikova.
Creo que deberíamos fijarnos más en la naturaleza para resolver problemas tecnológicos
Encontrar al péptido adecuado no es una tarea automática. La investigación empleó un método conocido como Phage display, un kit de mil millones de péptidos desarrollado por New England Biolabs que permite encontrar el elemento adecuado mediante prueba y error. El material del que se quiere conseguir la afinidad (en este caso el óxido de litio, níquel y manganeso) se somete al contacto con estos innumerables candidatos durante una hora a temperatura ambiente. Al terminar, se eliminan las uniones más débiles y se repite el proceso tres o cuatro veces más, hasta que solo los enlaces más fuertes sobreviven. 
Para Barannikova, esta investigación demuestra la importancia de usar la naturaleza como modelo: "Siempre nos muestra el camino más corto para solventar un problema. Creo que deberíamos fijarnos más en ella para encontrar las soluciones a los problemas tecnológicos que debemos resolver". De momento, ella seguirá trabajando en este péptido como argamasa de la batería del futuro. Su objetivo a medio plazo, presentar una batería funcional como punto final a su tesis que pretende ser más ligera, potente y duradera que las actuales.
 Luchar contra el cáncer con la rana que ha ganado el Nobel


Los científicos reivindican la investigación de enfermedades humanas con este batracio


Cuando la bioquímica Ana Losadase mudó al mejor centro de investigación del cáncer de España, el CNIO, en 2004, muchos de sus nuevos compañeros la miraron con cara rara. Llegaba con un centenar de ranas. Una década después, sus colegas se han acostumbrado a ver una sala llena de batracios en una institución dominada por un animalario con unos 30.000 ratones.
Losada no es un bicho raro. Y su anfibio, la rana de uñas africana, tampoco. Sin hacer tanto ruido como la oveja Dolly, la rana fue en 1962 el primer animal vertebrado clonado, más de tres décadas antes que la cordera bautizada en dudoso homenaje a los pechos de la cantante Dolly Parton. En 2012, el padre de esta primera clonación, el británico John Gurdon, ganó el premio Nobel de Medicina.
La rana, cuyo nombre científico es Xenopus laevis, es originaria de Sudáfrica, donde vive en aguas estancadas, flotando parsimoniosamente a la espera de zamparse un insecto o una lombriz. En el CNIO, descansa en tanques de agua templada en un sótano. “Viven muy bien”, afirma Losada, mostrando los palitos de gamba con los que se alimentan. El último ancestro común de la rana y los seres humanos vivió hace 360 millones de años, pero compartimos una infinidad de mecanismos moleculares, explica Losada.
El último ancestro común de la rana y los seres humanos vivió hace 360 millones de años
Su equipo estudia cómo se duplica el ADN antes de que una célula se divida, un proceso que, si sale mal, puede provocar un cáncer u otras enfermedades. Para entenderlo, cogen huevos de las ranas, preparan un puré con ellos y lo condimentan con esperma de macho. En ese potaje, los paquetes de ADN, los cromosomas, se pueden estudiar a placer. Losada y sus colegas pasan los días eliminando diferentes tipos de proteínas para observar los efectos de su ausencia en la duplicación del ADN. “Si entendemos cómo funcionan estas proteínas, podremos intentar encontrar su talón de Aquiles en las células cancerígenas”, aventura Losada, que despuntó en el Laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York (EE UU) antes de regresar a España.
La bioquímica forma parte de una comunidad de centenares de investigadores que miran a la rana de uñas africana para entender enfermedades humanas. En el último congreso internacional sobre el batracio, celebrado en agosto en Pacific Grove (EE UU), acudieron unos 300 científicos.
El padre espiritual de todos ellos es el biólogo John Gurdon, introductor de estos anfibios en los laboratorios a finales de la década de 1950, cuando era un estudiante más de la Universidad de Oxford. En una maniobra que abrió la puerta a la clonación de humanos, Gurdon introdujo en 1962 un núcleo de una célula del intestino de una rana en un óvulo sin núcleo de otra rana. Y se formó un renacuajo maravilloso por lo normal, que demostraba que el ADN de cualquier célula adulta mantiene el manual de instrucciones necesario para construir una rana entera genéticamente idéntica.
La rana fue el primer animal vertebrado clonado, en 1962, y este avance ganó el premioNobel
Pese a la pujanza de otros animales de experimentación, como los ratones y los peces cebra, Gurdon defiende las ventajas de su anfibio. La rana es fuerte, totalmente acuática y fácil de mantener en un laboratorio. “Xenopus tiene la gran ventaja de aportar cantidades masivas de material. Por ejemplo, cada rana tiene aproximadamente 5.000 huevos u ovocitos, y son grandes, cada uno de ellos es 4.000 veces mayor que un óvulo de ratón”, explica Gurdon a Materia.
“Varios premios Nobel han utilizado Xenopus”, subraya el biólogo británico. Peter Agre, Nobel de Química en 2003, empleó estas ranas para entender cómo funcionan los poros que permiten el paso de moléculas de agua en las células, dando lugar a nuestro sudor y nuestras lágrimas. Andrew F. Huxley, premio Nobel de Medicina de 1963 y hermanastro del escritor de Un mundo feliz, se sumergió en el batracio para comprender nuestros impulsos nerviosos.

Y la bioquímica Carol Greider, Nobel de Medicina de 2009, ha utilizado las Xenopus para iluminar el funcionamiento de la telomerasa, una especie de proteína de la eternidad. Los cromosomas de nuestras células están rematados por telómeros, unas estructuras que impiden que se deshilachen al igual que una goma de pelo evita que se despeluche una trenza. Cuando un ser vivo envejece, sus telómeros se acortan y sus cromosomas se descuajaringan. La proteína telomerasa, sin embargo, alarga los telómeros y muchos investigadores ven en ella un ingrediente de un futuro elixir de la eterna juventud.
“La rana ha sido un muy buen sistema para, por ejemplo, entender los mecanismos tempranos de desarrollo en los vertebrados. Pero no es transparente y el pez cebra sí, así que muchos investigadores se han cambiado”, opina José Luis Gómez-Skarmeta, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. “El modelo se ha quedado un poco viejo, pero va a tener aportaciones importantes en epigenómica [la ciencia que estudia los vestidos de moléculas que regulan la activación del ADN desnudo]. Es un modelo complementario a otros animales de experimentación”, sostiene.
La naturaleza utiliza las mismas herramientas y el mismo material para construir una chabola o un edificio, lo que cambian son las instrucciones"
Gómez-Skarmeta trabaja en su laboratorio con un centenar de ranas Xenopus laevis y otro centenar de su hermana Xenopus tropicalis, más pequeña. Solo el 5 % de nuestro genoma, subraya, contiene instrucciones para fabricar proteínas, las moléculas esenciales para la vida, como los anticuerpos que nos defienden de las infecciones o la hemoglobina que transporta el oxígeno en la sangre. El 95 % restante es el erróneamente conocido como ADN basura, aunque desde 2012 se sabe que regula los genes convencionales, encendiéndolos y apagándolos.
“Todos los vertebrados están construidos con los mismos genes, pero los utilizamos de manera diferente. Digamos que compartimos las mismas piezas de Lego. La naturaleza utiliza las mismas herramientas y el mismo material para construir una chabola o un edificio, lo que cambian son las instrucciones. El ADN basura es el que nos hace diferentes”, ilustra Gómez-Skarmeta.
El biólogo apaga y enciende genes de la rana para estudiar los cambios en su desarrollo. También introduce genes humanos en los anfibios. “Si encuentra una mutación en un gen humano que asocias a una enfermedad, la pruebas en el tubo de ensayo, que es la rana, para ver si provoca la enfermedad”, resume. Gracias a Xenopus, el investigador ha podido, por ejemplo, hallar una causa molecular de la predisposición a sufrir cáncer de colon e identificar genes fundamentales para la formación de los riñones.
“La investigación con Xenopus tiene futuro”, asegura la estadounidense Carmen Domingo, profesora de Biología en la Universidad Estatal de San Francisco. La investigadora, hija de padre español y madre venezolana, formó parte del comité organizador del último congreso internacional sobre la rana. Calcula que unos 400 científicos en todo el mundo utilizan el animal para sus estudios. “Son más baratas que un ratón y fáciles de mantener”, aplaude.
El Ministerio de Medio Ambiente español considera “extremadamente peligrosa” a la rana por portar un hongo
Su equipo ha cambiado células de lugar en embriones de ranas para averiguar si estaban predestinadas, observando que células encaminadas a formar el sistema nervioso daban lugar a músculos si se las colocaba en la región adecuada. “Hay una ventana de tiempo en la que las células pueden cambiar de destino. Manipulamos esas células para entender sus mecanismos moleculares y nuestros hallazgos se pueden aplicar a enfermedades humanas, como la distrofia muscular”, señala.
La rana, sin embargo, es mucho menos popular fuera de los laboratorios. El Ministerio de Medio Ambiente español la considera“extremadamente peligrosa”, por ser la principal portadora del hongo causante de la quitridiomicosis, una enfermedad infecciosa que está diezmando las poblaciones de anfibios en todo el mundo. Las instrucciones oficiales son darle caza y muerte.
El batracio era el protagonista de la famosa prueba de la rana, para saber si una mujer estaba embarazada. Consistía en inyectar orina de la chica bajo la piel del animal. Si estaba encinta, una hormona provocaba que la rana pusiera huevos en pocas horas. Cuando este método se dejó de utilizar en la década de 1960, las ranas liberadas en los hospitales invadieron los ecosistemas, extendiendo la plaga de la quitridiomicosis.
El 20 de abril de 2007, aparecieron en una charca de un jardín de Barcelona 18 larvas de Xenopus laevis, hasta entonces desconocida en libertad en España. Diez días después, la administración competente ordenó secar el estanque para erradicar la especie. Hicieron un gran favor al ecosistema, pero aniquilaron a una rana ganadora del premio Nobel.
Una bacteria modificada convierte la energía del Sol en combustible líquido


Científicos de EE UU logran almacenar el inagotable poder energético solar en un alcohol




Almacenar la inagotable energía del Sol, sometida a los vaivenes de las nubes y del día y la noche, está más cerca. Investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU) han concebido un sofisticado sistema que utiliza una bacteria modificada genéticamente para convertir la energía solar en un combustible líquido. El enfoque, si confirma su rentabilidad, ayudaría a afrontar el desafío energético y a luchar contra el cambio climático.
Los investigadores, encabezados por el químico estadounidenseDaniel Nocera, han utilizado la energía del Sol para obtener hidrógeno del agua (formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno). Con este hidrógeno, la bacteria modificada, de la especieRalstonia eutropha, es capaz de convertir CO2, el principal gas responsable del calentamiento global, en un alcohol combustible, el isopropanol. Al ser líquido, podría ser transportado mediante las infraestructuras actuales, subrayan los autores.
Nocera lleva años acariciando una revolución energética planetaria. En 2009, fue considerado una de las 100 personas más influyentesdel mundo por la revista Time como reconocimiento a sus avances hacia combustibles inspirados en la fotosíntesis de las plantas.
Al ser líquido, el combustible podría ser transportado mediante las infraestructuras actuales
“Las células fotovoltaicas tienen un considerable potencial para satisfacer las futuras necesidades de energía renovable, pero se necesitan métodos eficientes y escalables para almacenar la electricidad intermitente que producen y poder implantar la energía solar a gran escala”, explican los autores hoy en la revista científica PNAS. Su sistema podría ser ese anhelado almacén de energía solar.
Otros equipos científicos han llegado a métodos similares, pero han necesitado acelerar las reacciones químicas con metales preciosos, como el platino y el indio, disparando los costes. El equipo de Nocera emplea como catalizadores metales abundantes en la Tierra, como el cobalto, logrando un rendimiento que triplica el de los mejores combustibles bioelectroquímicos existentes, logrados por sistemas parecidos. Para los autores, es “una importante prueba de concepto”.
"Todavía no vamos a utilizar este sistema en nuestros coches. De momento, es solo un descubrimiento científico. Ahora tenemos que mejorar las ineficiencias para que sea comercial, aunque ya somos tan eficientes, o más, que la fotosíntesis natural", señala Nocera.
Ninguna empresa se ha interesado todavía por el nuevo sistema. El año pasado, la multinacional estadounidense Lockheed Martin, un gigante de la industria aeroespacial y militar, compró uno de los anteriores productos del laboratorio de Nocera: una especie de hoja artificial que utiliza la energía solar para separar el hidrógeno y el oxígeno del agua. El hidrógeno también se puede emplear como combustible, aunque hay pocas infraestructuras para facilitar su uso.
Hace dos años, científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de la petrolera Shell modificaron los genes de otra bacteria, laEscherichia coli, para que fabricara diésel a partir de ácidos grasos. El biocombustible, prometedor, también se enfrenta ahora a desafíos para su comercialización, como su abaratamiento. En 2013, producir un litro costaba miles de euros.


“Nuestro Estado del bienestar y nuestra calidad de vida están basados en los descubrimientos científicos”

El premio Nobel de Química 2014 dice que la historia de la Humanidad es, "en un sentido amplio", la historia de los hallazgos científicos


La historia de la Humanidad es, "en un sentido amplio", la historia de los descubrimientos científicos, según el Premio Nobel de Química 2014 Stefan Hell, para quien "algunos acontecimientos históricos están sobrestimados" si se comparan con los logros de la ciencia.
Hell logró este año el Nobel de Química junto a los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerne por el desarrollo de la microscopía fluorescente de altísima resolución, sentando así las bases de la nanoscopía, que permite ver cosas hasta ahora inalcanzables. Rumano de nacimiento, pero de nacionalidad alemana, Hell calificó de "error serio" el recorte de los presupuestos para investigación en tiempos de crisis y recordó que, "al final, nuestra calidad de vida está profundamente enraizada en los descubrimientos científicos", dijo, en una entrevista.
Europa estuvo "durante muchos años en primera línea de la ciencia, lo que fue importante para el mundo y, sin lugar a dudas, bueno para Europa", explicó el investigador del Instituto Max Planck, en Alemania. "Nunca debemos olvidar", dijo, "que nuestro Estado del bienestar, nuestra forma de vivir y nuestra calidad de vida están basados, en última instancia, en los descubrimientos científicos y eso es algo que no siempre se aprecia".
Para este científico "algunos acontecimientos históricos están completamente sobrestimados en su importancia". "El papel de Napoleón, por ejemplo, fue sin lugar a dudas muy importante, pero, si me preguntas a mí, seguramente lo fue más la invención de los fertilizantes". Sin ellos, "la gente habría muerto de hambre o se habrían matado unos a otros a finales del XIX por no poder alimentar a sus hijos".
Es un "error serio" recortar los presupuestos para investigación en tiempos de crisis
Con ello, explicó, la gente pudo interesarse por "otras cosas como la literatura, la música, el teatro" y se lograron beneficios para la sociedad, "que no fueron un logro de la política, como se podría pensar" sino que fueron los descubrimientos científicos los que, "al final, permitieron a los políticos extender el Estado del bienestar".
De maneras suaves y hablar pausado, con el que es capaz de transmitir la pasión por su trabajo, Hell explicó la importancia del llamado nanoscopio, gracias al cual se pueden observar por primera vez "células vivas, penetrar en ellas sin dañarlas". La importancia de poder observar las células vivas radica en que así se puede comprobar cómo trabajan. "Es importante saber cómo funciona una célula para, eventualmente, entender cómo se produce una enfermedad".
La Academia sueca de Ciencias resaltó al conceder el premio que este tipo de microscopía ha abierto nuevos campos en la química y la bioquímica, al poder ver como las moléculas crean sinápsis entre las neuronas o trazar proteínas relacionadas con enfermedades como el alzhéimer, el párkinson, o el huntington.
El camino de Hell hacia el Nobel no fue precisamente fácil. El científico europeo, que trabajó de forma independiente a los otros dos premiados, tuvo que enfrentarse al escepticismo de muchos compañeros de profesión. Y todo ello porque se empeñó en demostrar que lo imposible podía ser posible. A finales del siglo XIX, el físico y óptico alemán Ernst Abbe estableció que la microscopía óptica no podía observar objetos menores de 0,2 micrómetros, lo que se conoce como límite de difracción.  Aunque ese límite sigue existiendo, los premiados encontraron la manera de eludirlo usando moléculas fluorescentes, con lo que lograron crear microscopios de una resolución no vista antes, para lo que Hell, por un lado, y Moerner y Betzig por otro, desarrollaron técnicas diversas.
Es importante saber cómo funciona una célula para, eventualmente, entender cómo se produce una enfermedad"
Hell aseguró que para llegar a resultados de este tipo hace falta tener "una educación muy buena, tu propia visión del problema y entenderlo en profundidad". Solo así quizás "puedas marcar la diferencia".
El científico eligió "un problema que parecía que no se podía resolver" movido por la "curiosidad" y por la "diversión", aunque no podía imaginar que llegaría a un resultado tan importante. "Los profesores, los colegas, en los libros de texto se decía que nunca podría pasar [eludir el limite de difracción], así son las cosas. Y entonces llegas tú y dices: 'ha pasado'. Es absolutamente genial".




Químicos mexicanos generan electricidad con nanofibras de titanio y bacterias



“La energía no se crea ni se destruye sólo se transforma”. Bajo esta máxima, químicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) aprovecharon la energía producida por la bacteria Escherichia coli (E. coli) al momento de alimentarse de glucosa, para transformarla en una fuente orgánica de bioelectricidad.

El investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL, Eduardo Maximiano Sánchez Cervantes, explicó que estos dispositivos llamados celdas de combustible microbianas son artefactos electroquímicos que convierten la materia orgánica, como el contenido de las fosas sépticas o soluciones de glucosa, en energía bioeléctrica, al provocar un reacción de oxidación en los microoganismos exoelectrogénicos como la bacteria del E coli.

Este tipo de celdas de combustible microbianas funciona con el mismo principio de polaridad negativa y positiva que una batería convencional, aunque físicamente es semejante a un matraz con dos secciones. La energía generada a partir del experimento con las baterías fue la necesaria para iluminar un led, pero el propósito de la investigación es que a futuro puedan instalarse estos dispositivos en zonas donde existan fosas sépticas, ya sea en zonas rurales, casas o depósitos de aguas residuales, con la finalidad de generar bioenergía a partir de desechos orgánicos, comentó Eduardo Sánchez, líder de la investigación.

Durante el experimento, los químicos trabajaron en un área de uno a dos centímetros cuadrados, en la que sumergieron en solución de glucosa una malla metálica con el cultivo microbiano junto a una serie de electrodos. En este proceso la E.coli degrada la glucosa y provoca una reacción química de oxidación y genera electrones, los cuales transfieren a un circuito externo en las nanofibras de dióxido de titanio-carbón, donde pueden transferirse e iluminar un led.

Este material nanoestructurado con alta área superficial es biocompatible y puede hospedar una densa capa de E. coli electroactivadas, ya que por sí solas no son proactivas. Se aplica un pretratamiento con electricidad a un cultivo, se electrocutan y las que sobreviven se reproducen con una tendencia a soportar la carga eléctrica, a fin de que la tercera colonia sea electroactivada, y soporte la carga necesaria y transmita el electrón.

El máximo de densidad de corriente que generó la celda de combustible microbiana fue de ocho amperios por metro cuadrado, ya que al utilizar una red hecha con nanofibras duales de dióxido de titanio y carbono se almacena más energía. Sin embargo, durante las seis horas que duró la evaluación, la intensidad disminuyó hasta estabilizarse en un intervalo de cuatro y cinco, detalló el también doctor en Química del Estado Sólido por la Universidad Estatal de Arizona.

De igual manera, tras una serie de pruebas de conductividad eléctrica se demostró que las nanofibras de dióxido de titanio y carbono cuentan con las características necesarias para aplicarse en las celdas de combustible microbiana. Además de acuerdo con los resultados, mientras exista solución con glucosa los microorganismos seguirán produciendo energía, sin embargo, no se evaluó la capacidad de las celdas de combustible microbianas en función del tiempo de vida de las bacterias.

Estos dispositivos aún son una promesa tecnológica, debido a sus limitados rendimientos de energía, porque está en función de la tasa de transferencia de electrones de los microorganismos al ánodo, la resistencia del circuito de las nanofibras de dióxido de titanio y la transferencia de masa de protones en la solución de glucosa.

El desempeño del electrodo anódico se evaluó por amperometría, y se generó biocatalíticamente una densidad de corriente de 800 miliamperios por centímetro cuadrado. El siguiente paso en la investigación es escalar la batería microbiana y alterar los electrodos con óxido de cobre con el fin de lograr que la intensidad de corriente sea mayor a los 2-5 miliamperios por centímetro cuadrado, finalizó el académico de la UANL. (Fuente: AGENCIA ID/DICYT )



Jueves, 26 febrero 2015
BIOQUÍMICA
Obtienen energía renovable a partir de aguas residuales




Actualmente existen tratamientos que permiten la purificación de las aguas residuales para conseguir efluentes que se pueden verter en mares o ríos sin problemas medioambientales. Sin embargo, se trata generalmente de tecnologías con un elevado coste energético, mayoritariamente de aireación y bombeo, y con un elevado coste económico del tratamiento de los residuos generados, principalmente de los lodos de depuradora.

Las aguas residuales contienen una gran cantidad de energía química almacenada en la materia orgánica contaminante. Para intentar aprovechar esta energía, investigadores de diferentes laboratorios de todo el mundo buscan cómo recuperarla, por ejemplo en forma de hidrógeno, un proceso que eliminaría eficientemente la materia orgánica de las aguas residuales y permitiría no sólo la reducción del consumo energético del proceso de depuración sino, incluso, la obtención de energía a partir de este residuo.

La clave para lograrlo son las llamadas celdas microbianas de electrólisis. Se trata de la utilización de unas bacterias muy especiales, las bacterias exoelectrógenas, que son capaces de oxidar la materia orgánica y generar corriente eléctrica permitiendo producir hidrógeno. En estas celdas basta con añadir un poco de energía en forma de voltaje, mucha menos de la necesaria para hacer la electrólisis del agua, que se recupera con creces en forma de hidrógeno, consiguiendo generación neta de energía.

Ahora, investigadores del grupo de investigación en Bioelectroquímica del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en España, han conseguido mejorar la eficiencia energética de las celdas. Los resultados, a nivel de laboratorio y publicados en la revista Water Research, son muy prometedores y demuestran que estos sistemas tendrían un nicho de mercado a escala industrial, según sus autores.

Los científicos, coordinados por los profesores Albert Guisasola y Juan Antonio Baeza, han utilizado aguas residuales reales, en lugar de las aguas sintéticas muy biodegradables utilizadas en la mayor parte de los experimentos, y han logrado la producción biológica de hidrógeno y la recuperación, durante el proceso de tratamiento, de buena parte de la energía contenida en los residuos.

Para conseguirlo, los investigadores han seleccionado un conjunto de bacterias capaz de transformar estos sustratos complejos, metanol, residuos lácteos, almidón y glicerol, en compuestos más simples que pueden ser degradados por los microorganismos exoelectrógenos.

Los resultados han sido muy positivos y se ha conseguido intensidades de corriente y velocidades de producción de hidrógeno muy elevadas a partir de la depuración de estas aguas residuales. A largo plazo, la celda alimentada con residuos lácteos dio los mejores resultados tanto en términos de intensidad de corriente (150 amperios por metro cúbico de celda), como en producción de hidrógeno (0.94 metros cúbicos de hidrógeno por metro cúbico de reactor y día) y en recuperación de electrones en el cátodo (91%), y todo ello con un voltaje aplicado de sólo 0.8 V.

Según sus promotores, estos resultados dan un empuje al desarrollo industrial de esta tecnología y a la posibilidad de crear sistemas de tratamiento de aguas residuales que produzcan energía en forma de hidrógeno. (Fuente: Universidad Autónoma de Barcelona)

 Miércoles, 18 febrero 2015

BIOQUÍMICA
Mayor calidad nutricional de la leche y queso procedentes de animales en pastoreo en zonas de montaña


La tesis internacional ‘Efecto de los sistemas de manejo en pastoreo sobre la calidad de la leche y el queso’, defendida en castellano e italiano por Izaskun Valdivielso Zubiria, se ha realizado dentro de una de las líneas de trabajo del Grupo de Investigación Lactiker de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, cuyo objetivo es el estudio de factores que afectan a la sostenibilidad de los sistemas de pastoreo tradicional en la cornisa Cantábrica y, en particular, en el País Vasco. Ha sido dirigida por Luis Javier Rodríguez Barrón, profesor de Tecnología de Alimentos, y Juan Carlos Ruiz de Gordoa, profesor de Bioquímica y Biología molecular, estando el tribunal compuesto por Mertxe de Renobales, presidenta del mismo y catedrática de Bioquímica y Biología molecular de la UPV/EHU, Manuel Delgado, profesor titular de Producción animal de la Universidad de Sevilla, Carolina Pugliese, investigadora del Área de Ciencia Animal de la Universidad de Florencia, y Paloma Torre, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pública de Navarra. Actuó como secretaria la investigadora Ramón y Cajal de la UPV/EHU Noelia Aldai.

Uno de los aspectos más interesantes de esta tesis doctoral es que el estudio se ha llevado a cabo con rebaños comerciales de ovejas. Los resultados muestran que el pastoreo extensivo de montaña favorece un perfil de grasa láctea con un menor contenido de ácidos grasos saturados, entre ellos los considerados aterogénicos, y un mayor contenido en ácidos grasos deseables desde el punto de vista nutricional y de la salud humana, como son los ácidos αlinolénico (n-3), ruménico (ácido linoleico conjugado), vaccénico (trans n-7) y ácido eicosapentaenoico (EPA, n-3). Así mismo, el pastoreo de montaña también incrementa el contenido de tocoferoles en leche y queso de los rebaños comerciales cuando se compara con el manejo de estos rebaños en estabulación durante el invierno, y en pastoreo a tiempo parcial en valle en primavera.

En cuanto a los resultados derivados del estudio de compuestos volátiles responsables del aroma del queso, se observaron cambios relevantes en el contenido de diversos compuestos como ácidos, ésteres, cetonas, aldehídos y terpenos, cuando las ovejas se encontraban en pastoreo de montaña. El análisis sensorial de los quesos, llevado a cabo por un panel entrenado de catadores, no mostró diferencias muy importantes en las propiedades de sabor, olor y textura entre quesos de montaña en comparación con quesos de valle o de estabulación en invierno cuando los quesos eran elaborados por el mismo pastor durante la campaña anual de producción de queso.

Los resultados y conclusiones de esta tesis doctoral aportan datos científicos relevantes para  la diferenciación de leches y quesos de oveja de montaña. Algunos de los compuestos analizados pueden ser utilizados como potenciales marcadores químicos para la autentificación de leche y queso procedentes de animales en pastoreo, en particular, de zonas de montaña. Además, los resultados de este trabajo pueden proporcionar información útil y de interés, tanto para productores, asociaciones profesionales, instituciones y organismos de control como para los consumidores en general. Las evidencias científicas aportadas sobre la mayor calidad nutricional de la leche y queso procedentes de animales en pastoreo reforzará la actividad de los productores, especialmente en las zonas de montaña, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de producción, y dificultando su progresivo abandono. (Fuente: UPV/EHU)


1 comentario:

  1. Muy buena información.





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